Cuando somos niños la percepción que tenemos del mundo es muy diferente a la que tenemos cuando estamos mas grandecitos, realmente solo es cuestión de percepciones y no de realidades.
La realidad es algo que hemos construido con un abanico de opciones culturales para entender lo que sucede a nuestro alrededor y a medida que el tiempo pasa sobre nosotros, esa percepción se va tornando agudamente crítica a numerosos factores que influyen directamente nuestras vidas.
Integración. La integración nos permite ser parte de aquello que, culturalmente nos adopta. A veces nos adoptan situaciones a las cuales no sabemos si queremos pertenecer... pero esta es una historia de "alegres percepciones".
Cuando nos llega la dicha de ser padres, algunos tenemos la oportunidad del millón, la oportunidad de ver como se desarrolla una percepción en vivo y directo, la de nuestr@s hij@s. Los mas afortunados, no solo lo verán, tambien serán influenciados por la magia.
"Alegría percibida"... la cara de papá y mamá lo decía todo, la percepción de la alegría mediante los niños era algo que ellos estaban viviendo tambien, lo sintieron, tanto o mas que sus propi@s hij@s. Mi cabeza era como un ventilador, giraba de una lado la otro, con regocijadas miradas de amor. Estaban percibiendo esa alegría que ni ell@s mism@s podían crear estando en el lugar de sus hij@s, la alegría percibida es tan intensa que olvidas quien eres, porque comienzas a pertenecer a la realidad de la conciencia de otro ser... el poder de la percepción.
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